El informe ‘The good tax guide’ , elaborado por la agencia Transport & Environment, valora la fiscalidad de los automóviles de nuestro país como una de las peores de Europa. La razón es que, según sus criterios, en España se siguen ofreciendo más ventajas en la compra de coches de combustión, más contaminantes, que en la de vehículos eléctricos o híbridos.
Por este motivo, España ocupa el puesto número 23 de los 31 países analizados en el ranking de las mejores fiscalidades europeas, lo que nos deja detrás de Italia, Francia y Portugal. De hecho, esta fiscalidad «anticuada», como la califica el responsable de electrificación de flotas de T&E, Óscar Pulido; explica «el desfase entre el objetivo de cinco millones de vehículos eléctricos para 2030 y el volumen actual». En España, a día de hoy, hay apenas 200.000 coches electrificados en circulación.
Es más, la fiscalidad española recompensa la elección de una flota que se base en los combustibles fósiles. «Esta situación está en contradicción flagrante con la ambición de ser un país moderno, gobernado por una coalición progresista, y más en un contexto de crisis medioambiental y energética», defiende Pulido.
El impuesto de matriculación, demasiado laxo
Una de las deficiencias del sistema fiscal español, según T&E, es el pago del impuesto de matriculación. Sus analistas destacan que solo una minoría de coches contaminantes abona la tasa correspondiente. El impuesto se calcula de manera proporcional a las emisiones del vehículo, pero, para los estándares de esta agencia, el corte de 120 gramos de CO2 por kilómetro por debajo del que los vehículos quedan exentos de pagarlo es muy elevado.
Además, «los tramos no son lo bastante restrictivos, por lo cual la mayoría de los nuevos vehículos evitan este impuesto. En el año 2021, únicamente un 1,1% de los vehículos matriculados lo hicieron bajo las cuotas del cuarto tramo (el más alto) y apenas un 5,9% lo hicieron con el tercero», resalta el análisis.
El problema de los híbridos enchufables
Por otro lado, España es uno de los nueve países europeos que continúa favoreciendo fiscalmente los vehículos híbridos enchufables, «a pesar de que esté demostrado que producen emisiones contaminantes por no circular sistemáticamente en modo eléctrico«, apuntan desde T&E. El estudio concluye que la diferenciación entre los híbridos enchufables y los eléctricos de batería en España «es nula».
Del mismo, tampoco hay diferencias en la desgravación del IVA para los coches de combustión y los de cero emisiones, lo que frena a las empresas para migrar sus flotas hacia modelos más sostenibles. Por ejemplo, en Bélgica, Francia o Portugal la cantidad del IVA que se puede amortizar depende de las emisiones que emite el vehículo.
El informe concluye que existe un amplio margen en España para modernizar la fiscalidad del vehículo y favorecer los modelos electrificados, algo que recomienda con urgencia. Se debe, en definitiva y según el estudio, «favorecer la sustitución de los vehículos contaminantes por vehículos limpios y, de esa manera, aumentar los bajos niveles de adopción de los vehículos eléctricos a la vez que mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático».
Source: Coches