El cuadro de mandos del coche, donde se sitúa el cuentakilómetros, el indicador de gasolina o el de las revoluciones también es el lugar donde se encienden los testigos del coche. Estas luces nos avisan de si tenemos fallos en el vehículo que haya que reparar. Existe uno en concreto que además de avisarnos de una avería puede incluso suponernos un problema a la hora de pasar la ITV de nuestro turismo.
Se trata del testigo MIL, una lucecita de color amarillo (lo que quiere decir que la avería todavía no es del todo grave) que se enciende con forma de pieza mecánica. Su significado no es otro que avisarnos de que hay un problema menor en el motor del coche que impide que funcione con normalidad.
No se refiere a una avería concreta, por lo que es necesario acudir al taller y que el mecánico conecte el ordenador para averiguar el motivo que ha hecho saltar el testigo MIL. Puede haber varios, entre ellos fallo en el sistema de inyección, en el catalizador, una mala combustión o problemas con el filtro de partículas. , entre otros.
El testigo se apagará una vez que se haya reparado el problema, pero también es posible borrar este aviso de fallo desde el ordenador de a bordo sin reparación de por medio. Si no arreglamos la causa del encendido del testigo MIL, este se volverá a activar sin dudas más adelante.
Un obstáculo en la ITV
Además, en los coches anteriores al 2008, llevar este testigo encendido puede suponer un problema para pasar la ITV. Según Veiasa, en el Manual de Procedimientos de su referencia se explica que «el indicador MIL se apaga tras el chequeo del sistema. Esta comprobación debe efectuarse únicamente a vehículos matriculados a partir del 1/1/2008».
Así, los coches anteriores al año 2008 no superarán la ITV con este testigo encendido al considerarse un fallo grave en la mecánica del motor, aunque con estar simplemente encendido ya avisa de que hay un fallo que, probablemente, nos impediría pasar la inspección.
Source: Coches
