La huelga de los trabajadores de las refinerías francesas está afectando al suministro de combustible, sobre todo en las estaciones de servicio del norte del país. Esta situación que, inevitablemente lleva al pánico generalizado y a una movilización en masa de los conductores, ha provocado largas filas de vehículos en las gasolineras para repostar.
Tanto ha sido así que la Policía francesa ha estado controlando estos días el flujo de vehículos a las estaciones de servicio y limitando el acceso de los mismos a los surtidores. El criterio utilizado para discernir qué conductores podían pasar y cuáles no ha sido la aguja del depósito de combustible: aquellos vehículos con el tanque medio lleno han tenido que darse la vuelta y dejar la visita a la gasolinera para otro día.
Nervios y enfrentamientos
La razón de desplegar este operativo en torno a las gasolineras ubicadas en las zonas afectadas, como las de la provincia Nord-pas-de-Calais, ha sido limitar la afluencia en las pocas estaciones que sirven carburante después de días de falta de suministro de combustible desde las refinerías y minimizar, así, el riesgo de incidentes. Pese a ello, se han podido documentar enfrentamientos entre los conductores que esperaban para repostar, como muestra este vídeo de France 24.
Se ha dado prioridad a aquellos conductores que, efectivamente, necesitaban repostar para sus trayectos diarios sobre aquellos que, movilizados por una sensación de intranquilidad y de pánico, solo querían hacer acopio de combustible. Esta actitud, justificada en el ‘por si acaso’, suele ser muy habitual en momentos de incertidumbre o de crisis y responde al nombre de ‘compra de pánico’. Durante la pandemia y el estado de alarma por la Covid-19 se pudieron observar numerosos ejemplos de estas compras basadas en el miedo a lo incierto.
Un 30% de gasolineras sin combustible
Según informan medios de comunicación franceses, cerca un 30% de las estaciones de servicio en este país estarían «secas» y, desde el martes por la tarde, se han ido formando largas filas de conductores «exasperados» esperando su turno para poder repostar. Por el momento, el Gobierno francés ha amenazado con la posibilidad de requisar o racionar el combustible que queda a disposición si los conflictos entre TotalEnergies y Esso con sus trabajadores sigan sin solucionarse. Fuentes de CGT Esso en Fos-sur-Mer han declarado en medios franceses que, de todas formas, harán falta al menos dos semanas para arrancar la producción en las refinerías después de la huelga.
Source: Coches